29/05/2018
Desde que la telefonía móvil irrumpió en nuestras vidas, hemos observado cambios importantes en nuestros hábitos, en nuestras relaciones y, por lo general, en todos los ámbitos de nuestra vida. Estos cambios, tienen sus ventajas, pero como todo, también tienen consecuencias para la salud y el bienestar de las personas. Los estímulos de la tecnología hacen que nuestro cerebro funcione de forma más acelerada, al recibir muchos más estímulos de los que puede procesar. Si el cerebro permanece demasiado tiempo en la parte alta de las frecuencias (beta, alrededor de 30 Hz), puede que nuestro sistema nervioso pierda el equilibrio entre acción-reparación, lo que repercute muy negativamente en la calidad del sueño, la memoria y en general, la salud. Plantearnos un uso razonable de las tecnologías, poner distancia entre los aparatos y nuestro cuerpo, apagarlas por la noche, hacer “ayunos” digitales de vez en cuando, y sobre todo, ser muy conscientes de cómo estoy usando las tecnologías y el efecto que eso tiene en mi vida.